Este fin de semana y aprovechando que el sol decidió brillar en Centro Europa, eso sí, (no hay que ilusionarse en extremo), para luego salir corriendo y refugiarse probablemente en tierras lejanas y algo más tropicales, opté por un plan de ocio que, aunque sencillo, estaba segura me aportaría mucha paz: un paseo por una ciudad de la frontera de Luxemburgo con Alemania llamada Remich.

Ya de por sí el hecho de que esté delimitada por el río Mosela y que a su vez éste sea la frontera entre estos dos países, aporta un ingrediente de curiosidad que empuja a visitarlo. No en vano Remich es conocida como "la perla del Mosela".

Y ahí me desplacé vestida para la ocasión. Sabía que iba a caminar a lo largo del río Mosela para escuchar  el sonido de sus aguas que, aunque bien diferente al de mi Atlántico, logró transportarme a un lugar todavía por ver; que me dejaría llevar por la belleza de sus cisnes o perder entre la  inmensidad de sus viñedos.

Por ello, ante un plan sencillo, outfit muy básico:

Un peto vaquero de pata corta, camiseta printed básica de Sisley, una rebeca oversized que ya formaba parte de mi fondo de armario y, a modo de toque que constituiría el centro de atención de mi outfit, estas glitter sneakers de Guess de temporada y, claro está, muy de tendencia. Ellas en sí  "darían el charme" faltante a lo básico de mi look.

El encanto de Remich y la compañía de mi familia... qué más podía pedir...