Estimados lectores:

Hoy les dejo, simplemente, unas imágenes de un rinconcito de Luxemburgo por el que me suelo mover, cerca de la estación de trenes.

Fue ver la cabina de teléfono amarilla típica luxemburguesa y ponerme a posar.  A veces, no lo puedo evitar... Jiji

En el Gran Ducado, todavía adornan sus calles alguna que otra cabina, bien es cierto, más por razones estéticas que prácticas.

A los niños se les prohíbe el uso de teléfonos móviles en las instalaciones escolares,  dando con ello una "nueva oportunidad" a los cajones amarillos (todo colegio cuenta con su cabina amarilla).

Y, en mi caso, cuando la lluvia me ha sorprendido sin previo aviso, alguna que otra vez me han servido de "cobijo" mientras "descampa".

Amarillas las cabinas,  como el sol de mi tierra y el trigo de sus campos...

Y amarillas como el pijamita que le acababa de comprar a mi bebito en las tiendas de los alrededores. 

Un abrazo en la distancia...







Camiseta: Zara
Falda: Promod
Bolso: Salvador Bachiller
Zapatos: Michael Kors
Gafas: Komono
Pulseras: Pandora