El post de hoy no va sobre un lugar o momento histórico. El post de hoy va de risas, miedo y mi batalla personal...: Mi batalla personal contra un viento que no paraba de manifestarse en forma de ráfagas y miedo a que mi gorra o, en el peor de los casos, yo misma acabara en uno de los canales de mi ya amada Brujas. ¡Todo en busca de unas fotos!


Y, por más que le puse empeño, por más que intentaba "domar" mi pelo y que éste estuviera mínimamente presentable para la ocasión, todo esfuerzo resultaba en vano. Lo intenté, lo intenté de nuevo, me volví a subir en aquel muro..., y nada... Cuando el viento cesaba, el sol se escondía y, cuando este último relucía, entonces el viento me daba un revés capaz de lanzarme "de allí abajo". Pareciera que los astros o, en este caso, que los factores ambientales se hubieran conjurado contra mí. 

Resignada y dando por perdido mi intento de mostraros otro rinconcito de la Venecia del Norte, me bajé del muro. Es entonces cuando, al tomar el teléfono para ver el resultado que yo creía nefasto, cuál fue mi sorpresa que, lo que yo creía "nefasto" no era tan "nefasto" e, incluso, se podía considerar "espontáneo" o "natural". 

La vida me había dado una nueva lección: A veces, lo que creemos negativo o perjudicial puede ser no tan negativo o perjudicial. Por el contrario, con el tiempo, la vida nos mostrará que toda mala experiencia tenía una razón de ser (y veremos los frutos), que era imprescindible pasar por tanto sufrimiento o tribulaciones para aprender, para llegar a donde nos encontramos hoy. 

Y, sí, en el camino, pueden resultar fotografías no tan buenas o hasta pésimas, pero seguro habrán muchas otras que en la vida hubieras obtenido sin aquel viento golpeándote la cara.

Un abrazo en la distancia...


















Vestido: Guess
Chaqueta: Zara
Botines: Calzados Diez, Madrid
Gorra: La Chapellerie Brugge
Bolso: Pikolinos
Gafas: Chloé
Pulseras: Pandora
Otros Accesorios: Colección Personal