Estimados lectores,
Un post rapidito para, simplemente, en esta ocasión, mostraros este vestido que ya formaba parte de mi armario pero que, por lo singular, decidí guardarlo, a la espera de una nueva tendencia que me permitiera volver a disfrutar de él. Y éste ha sido el caso… Los vestidos y faldas con pliegues vuelven con más fuerza que nunca. En lo que a mí respecta, este tipo de corte me fascina, porque aporta ligereza, movimiento y elegancia a cualquier look; tanto en lo que se refiere al estilo retro, como al naif; desde el look más recatado al más insolente. Además, nos permite jugar mucho en cuanto a los accesorios se refiere (un buen tacón, botín, bailarinas…).

Ateniéndonos al outfit que hoy os propongo, tengo que resaltar que no suelo ser "muy amiga" de los estampados, puesto que, por todos es sabido, tienden a "empequeñecernos" o "engordarnos". Sin embargo, al tratarse de una pieza única y no aportar, como consecuencia, cortes al resultado final, decidí pasar por alto este detalle. Como contrapunto y para contrarrestar el posible efecto negativo que una prenda estampada puede traer a mi complexión, este gabán oversize de lana que me dará lo que el vestido estampado me pudo haber "robado", lo esbelto de la figura. Un buen complemento, como estos botines en ante de Bimba y Lola y bolso también en ante de Promod, harán el resto.