A Brujas se le perdona todo…, los días pálidos y algo fríos y hasta los lluviosos también; Todo.
Se le perdona sus ambientes otoñales en pleno verano y que sus tiendas se vean obligadas a recoger el género de puertas pa’ dentro, dejando las calles a merced de un sentimiento a vacío.
Todo.
Porque, cuando se es tan bonita…, siempre hay cabida para los momentos únicos, los románticos y los de ensueño también. Es como si sus escenarios de postal nos embaucaran y te invitaran a pasear por sus calles y pararse en mil y un rincones para hacerlos únicos a tu manera.
- Ven, acércate aún más si cabe y tómame bien fuerte de la mano, que las callecitas son empedradas y tengo miedo a caer.
Cualquier excusa es buena para traerlo más a mí, y sentir su calor mientras camino por las calles con olor a lluvia recién caída. Me pareciera que el mundo se resume a eso y que sólo existimos él y yo.
Y pareciera también, de tan perfecto, que no fuera real…, ni el momento, ni él...
Y, así, sin explicártelo, cuando crees que estás en la cima, viene él y lo hace todo más perfecto aún…
Una palabra, un gesto, una sonrisa, una caricia o simplemente una mirada; en sus calles, a pie o en carruaje de caballos, echados en un parque o a bordo de un bote en uno de tantos canales… Cualquier cosa basta para que te sientas princesa, su princesa…
A Brujas se le perdona todo. Todo. Se le perdona hasta el ser tan bonita. Todo.
Un abrazo en la distancia...
Total look: Zara
Sombrero: Zara
Bolso: Lupo
Botines: Calzados Diez Madrid
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