Estilo Militar en el Tribunal Europeo de Luxemburgo

En unos días en los que acabamos de celebrar aquí en Luxemburgo el día de Europa (9 de mayo) y cuando, una vez más, se vuelve a cuestionar la eficacia del proyecto europeo ante realidades como la actualidad helena, sumergida, más aún si cabe, en el abismo de la incertidumbre, me pareció oportuno tomar como escenario para este artículo la plaza del Tribunal Europeo en el Gran Ducado de Luxemburgo.

Cierto es que pareciera vivirse en realidades bien distintas, si se comparara Luxemburgo respecto a países como Grecia, donde los "rescates", disturbios, huelgas, tensiones internas y, lo que es peor, la pobreza se han tornado ya en elementos comunes del día a día del pueblo griego.

Y mientras que aquí se construye la tercera torre dorada del Tribunal Europeo, se organizan jornadas de puertas abiertas de cara al ciudadano y se festeja, en definitiva, el hecho de llamarse europeo, pareciera que la cruda realidad descrita anteriormente sólo existiera en los periódicos.

No es mi intención divagar ahora sobre la actualidad política europea. A veces, creo yo, el silencio o dejar un artículo en abierto adjuntando, simplemente, unas fotos…, unas fotos que acompañen las muchas otras de los medios de comunicación sobre huelgas y disturbios, lágrimas y tristeza, mucha tristeza en el país heleno; puede llegar a hacernos reflexionar más que soltar un montón de palabras encadenadas una detrás de otra.

Estimados lectores, les presento la plaza del Tribunal Europeo de Luxemburgo… en un día soleado como pocos… Hoy pareciera todo es dorado: dorado el reflejo del sol sobre la arquitectura exquisita de las torres del Tribunal, dorado el resplandor de ese mismo sol sobre mis gafas Chloe, dorados los complementos de marca Bimba y Lola con los que adorno mi cuerpo para la ocasión o dorada la cadena del bolso Pepe Moll donde volveré a guardar mi teléfono última generación una vez tomadas las fotografías, entre otras cosas más.

Y un look estilo militar en consonancia con muchas otras tendencias…, pero eso ahora es lo de menos, ¿no creéis?

Un abrazo en la distancia…