Queridos lectores,

Ante todo, quiero desearos un muy feliz día de Navidad, y que viváis esta jornada en compañía de vuestra familia y seres queridos.
Si un consejo se me permitiera dar, este sería el de vivir el día de hoy como si no hubiera un mañana, aprovechando cada uno de los segundos de la presencia de esos seres amados, porque, cierto es y, aunque nos duela reconocerlo, hoy están pero mañana no se sabe.
En lo que a mí atañe y después de lo que la cena de Navidad supuso (preparativos, tiempo, mucho tiempo en la cocina, algo de estrés…), he considerado que una opción más que  recomendable para pasar el día de hoy podría ser pasear en familia, aprovechando los días contados de la fantástica decoración de Navidad y, finalmente, almorzar en un restaurante. Y es que para nada hay que menospreciar los exquisitos menús que los restaurantes tienen por ofrecernos en una fecha como hoy.

Y puesto que es Navidad, he optado por meterme de lleno en el espíritu navideño y seguir la consigna en cuanto a colores: rojos, verdes, etc. Por otra parte y fruto de una noche bastante larga, tenía la mirada cansada.  Es por ello que me decanté por un look un tanto colegial, del que podría hacer uso de mis lentes.

Falda ligeramente plisada y camisa a cuadros de absoluta tendencia de Zara con complementos como este abrigo en lana rojo de Mango, el lazo anudado al cuello, los calcetines de Calzedonia en unos zapatos mocasín o, no podíanfaltar, estas lentes con un cierto aire vintage y que representan una de mis últimas adquisiciones. Esto y un cabello recogido y ya estaremos más que apropiadas para un paseo por las calles adornadas de nuestra ciudad. 

¡Feliz Navidad!