Estimados lectores,
No hay que ser muy astuto para darse cuenta de que el tejido de punto, los ponchos, las chaquetas oversize, el diseño monocromo óptico en blanco y negro y el estilo retro de los años 70 marcan la tendencia de la moda para este otoño 2015.

Además, no cabe menospreciar los estampados de cuadros en tonos contrastantes, que son también el ‘hit’ de esta estación. Y, como consecuencia, el modo escocés, que lidera la tendencia. Se puede afirmar que éste entró con mucha garra, ya sea en su típica tonalidad roja, verde o negra, en zapatos, ponchos, vestidos, chaquetas, chamarras, pantalones, blusas y demás piezas de vestir.
Sin embargo, hoy quiero centrarme en la pieza que, sin lugar a duda, lidera los escaparates de nuestras ciudades: el poncho. Llegó para calmar el frío de los oscuros y lluviosos días de otoño y se ha convertido, como decía, en el must de esta temporada, en sus múltiples variedades: con flecos, terminaciones asimétricas, abiertos a la mitad, largos, cortos, con rayas, a cuadros…
Tengo que reconocer que los ponchos no me vuelven especialmente loca, puesto que, teniendo en cuenta mi complexión física, no es una prenda que me favorezca. Su corte y materiales en los que suelen estar confeccionados tienden a empequeñecer a la persona que los porte. Pero, en este caso, me he rendido ante la evidencia y decidí adquirir en Springfield por un módico precio este poncho. Quizá, llevada por la vivacidad de sus colores, o por ese instinto femenino de poder decir que "voy de tendencia", o en busca de un cambio que se refleje en mi apariencia física… No sé el motivo, pero lo hice. Me quedé con el poncho.
Una vez en casa, tocaba decidir cómo hacer uso de él. Y ya estando inmersa en esta tarea, no pude evitar que me vinieran a la mente imágenes del guapísimo Clint Eastwood a lomos de su caballo en "Spaghetti western", allá por 1965. También es inevitable pensar enlas comunidades indígenas y en sus prendas artesanales, perdidos en losparaísos del amazonas; en los paisajes del Machu Pichu y las selvas mexicanas; O en las capas con flecos que las itgirls más bohemias de los 70's utilizaban para protegerse de la brisa en festivales como Coachella.
Pensé que soy una mujer de las Islas Canarias, con rasgos latinos muy marcados. Y orgullosa de ello, me decanté por la magia de esos paisajes tropicales, selvas mexicanas, o quizá, una vez más, por el giño al lejano oeste.
Aquí les dejo el resultado: Predominancia de un único color (vaquero) en atuendo interior y botines, en busca siempre de estilizar al máximo la figura, ya en sí perjudicada por el "peso" de textura y materiales del poncho. La nota de color, eso sí, la aporta dicha pieza y el "toque final", el sombrero en tonos también azules oscuros que, como les adelantaba en un anterior artículo, me tiene encantada.
Y es que, queridos lectores, todo esto y muchísimo más alberga esta prenda sencilla (poncho) que esta temporada se abraza al cuello de la mujer decidida que, no sólo busque "sobrellevar" lo mejor posible el muchas veces duro otoño, sino opte por un look que, muy bien sabe, no pasará desapercibido.