Septiembre es el mes de la moda por excelencia. En este mes se presentan las colecciones prêt-à-porter de la próxima primavera/verano y se decide, con ello, qué será tendencia, qué carácter marcará nuestros armarios. Y es que, una vez concluido el ciclo pasarela, se dará paso a las órdenes de compra de los buyers para tiendas, las revistas se centrarán en shootings que tendrán cabida en sus páginas centrales y, finalmente, llegará a tienda el resultado de este arduo proceso.

Sin ir más lejos, anoche, con la clausura de la Fashion Week Neoyorquina, quedó oficialmente inaugurada la Fashion Week Madrileña (MBFWM).
 
La revista YoDona, cumpliendo con la tradición, celebró la fiesta décimo aniversario que da comienzo a tan grandioso evento y en el que se reafirma en su apoyo a los diseñadores españoles.
 
Me viene a la cabeza ahora una cita de una obra que constituye ya un clásico para los amantes del mundo de la moda:
 
"Tú crees que esto no tiene nada que ver contigo. Vas a tu armario y escoges, no sé, ese sweater viejo de color azul porque, por ejemplo, quieres decirle al mundo que te respetas demasiado como para interesarte por lo que llevas puesto. Pero lo que no sabes es que ese sweater no es solo azul. No es turquesa, no es lapislázuli. En realidad es cerúleo. Asimismo te despreocupas del hecho de que en 2002 Oscar de la Renta hizo una colección de vestidos cerúleos. Y creo que después fue Yves Saint Laurent, si no me equivoco, quien sacó chaquetas militares cerúleas... Y luego el azul cerúleo apareció en las colecciones de ocho diseñadores. De ahí se filtró a los grandes almacenes para terminar en un trágico corner donde tú, sin duda, lo sacaste de las últimas rebajas. No obstante, ese azul representa millones de dólares y un incontable número de empleos, y es ciertamente cómico que pienses que tomaste una decisión que te exime de la industria de la moda, cuando de hecho, estás usando un sweater seleccionado para ti por la gente que estamos en esta sala".
- Lauren Weisberger, Devil Wears Prada
 
Weisberger estaba en lo cierto. La moda está presente en nuestro día a día, en cada una de las facetas por las que nos desenvolvemos a diario. Y aunque queramos y nos propongamos luchar contra ello, casi sin darnos cuenta, de puntillas, entra a formar parte de nuestro mundo, modelando nuestra personalidad y definiendo el grupo social al que vamos a pasar a pertenecer. Porque, como seres humanos, todos y cada uno de nosotros tenemos la necesidad intrínseca de relacionarnos, de formar parte de una familia a la que definimos como grupo social.
 
Es por ello que no en vano se suele decir que el imperio de la moda es uno de los más potentes en la actualidad. Como decía, la magnitud e importancia de la estética es evidente en nuestra cultura y está totalmente arraigada a nuestra sociedad, influyéndonos consciente e inconscientemente. Tanto es así que, muy al contrario de lo que los detractores puedan pensar, la moda no sólo caracteriza la vestimenta, sino la decoración de nuestra casa, el diseño de muebles y edificios y, en consecuencia, ciudades enteras. Y un etcétera sinfín…
 
Dicho todo esto, y por lo que a mí me toca en tanto que blogger, mi interés no consiste en centrarme ahora en informar sobre las tendencias, diseñadores y firmas varias, fechas… Creo que, con este fin, nos es suficiente sólo con navegar en google y las múltiples noticias y fotografías no tardarán en asaltar nuestra pantalla.

Noticias como, y teniendo muy presente la reciente New York Fashion Week, el rebautizo de dicha pasarela (cambia de nombre tras desvincularse del patrocinador Mercerdes Benz y pasa a llamarse New York Fashion Week: The Shows); la localización (los desfiles, 308 en total, transcurrieron en dos espacios diferentes, al mudarse la organización del Lincoln Center, donde estaba desde 2010, al Skylight de la Moynihan Station y al Skylight de Clarkson Square); el esperado éxito del desfile de la casa francesa Givenchy (desfile especial que giró en torno al tema “La celebración del amor” y que ha sido diseñado por Marina Abramovic, cambiando así Ricardo Tisci, director creativo de la firma, París por Nueva York); aniversarios en el mundo de la moda como los de Alexander Wang y Hervé Leger; ausencias como las de Donna Karan, que ha colgado las tijeras, Marc by Marc Jacobs, que se ha integrado en la línea principal de Marc Jacobs y The Row, sólo presente en París; nuevas incorporaciones como las de lo nuevo de DKNY o Brandon Maxwell (estilista de Lady Gaga); etc.
 
 
No, no pretendo hoy jugar al periodista. Me basta con hacer un marcado hincapié en cómo Internet y las redes sociales han logrado transformar hasta el concepto de lo que entendíamos por Fashion Week. Así, hemos visto a una de las modelos de Desigual, móvil en mano, retransmitiendo el desfile por Periscope y a la firma Misha Nonoo lanzando el suyo a través de Instagram.
 
Desde que las redes sociales cambiaron para siempre la manera de acceder a las fashion weeks, diseñadores y marcas cuidan tanto sus presentaciones en directo como su difusión 2.0. Es ahí donde se cuece el verdadero negocio.
 
Internet y las redes sociales han sido los causantes, a su vez y bajo pesar y asombro de los modelos más reconocidos del momento, del éxito de bloggers, influencers, personalidades 2.0 y celebrity-wanna-bes, como lo más; llegando al extremo de poder afirmar que es ahí donde realmente se están presentando las nuevas tendencias: en los looks escogidos por dichos personajes para exhibir en las "front row" los días de pasarela o en sus programados paseos por las calles de dichas ciudades y ante las cámaras de medios venidos desde los rincones más recónditos del planeta.
 
Como consecuencia, la reacción cada vez más frecuente de diseñadores que se niegan a "participar en esta feria en la que se ha convertido la moda" y se apean del ambiente circense de la pasarela oficial, en busca de otros espacios en los que presentar su obra. Así, Carolina Herrera explicaba no hace mucho al diario Times, que "se ha vuelto demasiado comercial, demasiado parecido a una feria".
 
Estamos, en definitiva, ante una Nueva Era de la Moda. A modo de conclusión y ya por sacar la nota positiva de todo esto, un apunte al gran apoyo que firmas españolas como Desigual, Custo Barcelona o Delpozo están recibiendo por las it-girls del momento.