El juego, entre lo sobrio y austero y lo desmedido; entre lo clásico o lo moderno y vanguardista; la elegancia u ordinariez... El sí pero no, quiero pero no puedo... Y el ir y venir entre lo pícaro y lo ingenuo... Constituye un modo de vida que bien se puede reflejar también mediante nuestro atuendo.

En este caso, representado por jeans rotos en contraposición con camisa abotonada, un buen stiletto y la singularidad de un cabello recogido. Todo ello reforzado por la luz que el color rojo irradia en el rostro de mujeres invierno como yo.