Hace un año venía al mundo mi pequeño Ángel.  Hace un año me encontraba en la habitación de aquel hospital, con una sensación de cansancio infinito después de haber dado a luz, pero, a su vez, con el corazón que no me cabía en el pecho por saberlo durmiendo a mi lado, en su cunita.

Tan pequeñito,  en su sueño profundo, me parecía la creación más perfecta que podía existir... Era tan bonito... Es tan bonito...

Había soñado con el momento en que se lo presentara a su hermanita y ésta lo cogiera en sus brazos. Había soñado con un escenario de familia en la habitación. Y se cumplía... Casi no podía creerlo.

Porque, también hace 6 años, un 5 de febrero de 2014, me encontraba en Rumanía (quién lo diría), ayudando a mi cuñada con los preparativos de su boda.


Tan sólo meses antes había decidido comenzar un proceso de separación, un divorcio que, con el tiempo, se mostraría muy complicado. Y ese viaje con mi cuñada, (dos mujeres compartiendo una experiencia) significaba para mí mucho más que un simple viaje. Era el recomenzar de nuevo. Me iba. Por fin me iba... Escapaba de todo aquello... Y me sentía casi como una universitaria de nuevo, en una "odisea" con una "compañera de camino". La vida me daba otra oportunidad.

Por ese entonces, cuando la tristeza lo invadía todo, no podía siquiera adivinar que, justo seis años después, tendría a mi Gabrielito en mis brazos en aquella habitación y que mi niña Edén se vería radiante mientras me pedía cogerlo ella también en los suyos.

Hoy puedo decir que mi Ángel cumple un añito y, de tan afortunados que somos, disfrutamos incluso de sus primeros pasos.

Porque cierto es que la vida me da otra oportunidad.

Un abrazo en la distancia...


































Fotos y Look: Baúl de los Recuerdos (5 Febrero 2014)